Como ya vimos en entradas anteriores, el principal criterio para determinar la calidad de un jabón es la técnica de elaboración empleada, esto es, saponificado en frío o en caliente.
Sea cual sea la técnica empleada, el jabón tendrá más o menos propiedades, pero entre ellas, aparecerán éstas: será un producto con propiedades higiénicas ( moléculas de jabón), humectantes ( moléculas de glicerina) y terapéuticas ( otorgadas por los aditivos y su propio y singular Ph, ligeramente alcalino)
Reconocerlo es fácil, sólo hay que leer la nomenclatura empleada para denominar las grasas empleadas y que deben ser las primeras de la lista de ingredientes
- Olea europea fruit oil → Aceite de oliva.
- Cocus Nucifera → Aceite de coco.
- Theobroma Cacao→ Manteca de cacao
Esta forma de elaboración es propia de jaboneros artesanos o semiartesanos, en general , pequeñas empresas.
La inmensa mayoría de jabones que va encontrar en el mercado, no serán como los anteriores, aparecerán términos como estos:
- Sodium olivate → jabón de aceite de oliva.
- Sodium cocoate → jabón de aceite de coco.
- Sodium Palmate→ jabón de aceite de palma.
¿ Qué es Sodium olivate? ¿Es una grasa? ¿Cuál es su origen?. Sodium olivate no es aceite de oliva, tampoco es una grasa, es una molécula que se ha producido al saponificar en caliente el aceite de oliva, pero, a la que no podemos llamar jabón, puesto que durante la elaboración le han quitado la glicerina.
En el glosario de ingredientes de la marca Weleda, viene definida así:
, Es muy llamativo cuando dice: » Sodium olivate se utiliza COMO JABÓN y DETERGENTE,» eso es reconocer que no es jabón y que por tanto, sus propiedades, buenas o malas, serán distintas a la del jabón.
En definitiva, las moléculas grasas de los aceites saponificados en frío conservan sus propiedades benefactoras para la piel. El resultado es un jabón que lava, nutre y cura.
Si utilizamos la saponificación en caliente, los aceites pierden parte de sus propiedades, pero , puede obtenerse un jabón aceptable.
Pero, con la saponificación en caliente e industrializada , tras varios recalentamientos, las moléculas grasas han perdido sus propiedades, podíamos calificar este producto como un pseudojabón, un producto que quita la suciedad y también la grasa propia de la piel y no tiene la capacidad restauradora que aporta la glicerina, que ha sido extraída durante el proceso.